
Con el objetivo de abrir nuevos mercados internacionales, Bolivia dio un paso clave para concretar la exportación de charque de llama a Estados Unidos. Representantes del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) se reunieron con delegados del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA-APHIS), en un encuentro centrado en los requisitos sanitarios necesarios para este proceso.
La reunión fue encabezada por el director ejecutivo del Senasag, Juan Miguel Quiroz, y contó también con la participación de dirigentes de la Asociación de Criadores de Camélidos (ACC). Durante el diálogo, los representantes del USDA-APHIS entregaron formalmente las exigencias sanitarias que Bolivia deberá cumplir para viabilizar la exportación del charque, un producto tradicional boliviano elaborado a base de carne de llama.
Según informó el Senasag, esta iniciativa busca garantizar el cumplimiento de estándares internacionales sin descuidar la sanidad animal del país, además de apoyar a los productores que viven de la crianza de camélidos.
Bolivia cuenta con más de 3 millones de cabezas de camélidos, entre los cuales más de 2 millones corresponden a llamas. Este sector productivo involucra a más de 80 mil familias en diversas regiones del país, muchas de ellas pertenecientes a comunidades indígenas y rurales que han mantenido prácticas ancestrales de crianza y producción.
La importancia del camélido andino ha sido reconocida a nivel global: la Organización de Naciones Unidas declaró al 2024 como el Año Internacional de los Camélidos. Esta proclamación destaca el rol de estas especies en la seguridad alimentaria, el desarrollo económico sostenible y la protección de los ecosistemas frágiles, como los altiplanos y zonas altoandinas.
Además del valor económico, los camélidos —y productos derivados como el charque o la fibra— tienen un profundo significado cultural y social, especialmente en el empoderamiento de mujeres rurales que participan en actividades pastoriles y de transformación de materias primas.
Con esta iniciativa, Bolivia busca posicionar al charque de llama como un producto con valor agregado en el mercado internacional, promoviendo el desarrollo productivo con identidad y sostenibilidad.