
Bolivia marca un hito en la medicina ocular al convertirse en el tercer país de Sudamérica, después de Chile y Argentina, en implementar el tratamiento con Faricimab, un fármaco biotecnológico de última generación que previene la ceguera causada por degeneración macular asociada a la edad (DMAE) y edema macular diabético (EMD), dos de las principales causas de pérdida irreversible de visión en el mundo.
La Caja de Salud Cordes, en coordinación con autoridades nacionales de salud, llevó adelante la primera administración pública de este tratamiento a tres pacientes en La Paz, bajo la modalidad “paciente por paciente”, sentando un precedente sin igual en el sistema de seguridad social del país.
“Estamos ante un antes y un después en la oftalmología boliviana”, afirmó el Dr. Rodrigo Gisbert, especialista en retina que aplicó la terapia. Según explicó, los pacientes seleccionados han comenzado a mostrar una recuperación progresiva de la visión tras recibir la primera dosis.
Tratamiento sin costo y con tecnología de punta
Lo más destacado de esta iniciativa es que el tratamiento fue completamente financiado por la seguridad social, evitando así que los pacientes deban asumir altos costos, como ocurre en la mayoría de países donde Faricimab solo está disponible en el sector privado.
“El procedimiento fue exitoso. Este es el mayor adelanto del país en el tratamiento de estas enfermedades. Representa un esfuerzo institucional para luchar contra la ceguera y mejorar la calidad de vida de estas personas”, recalcó Gisbert.
Los beneficiarios comenzaron un esquema de cuatro inyecciones mensuales intravítreas. Posteriormente, gracias a la acción prolongada del fármaco, los intervalos entre aplicaciones podrán extenderse a tres o cuatro meses, superando así las limitaciones de terapias convencionales que requieren aplicaciones mensuales continuas.
¿Cómo actúa Faricimab?
Faricimab actúa directamente sobre la raíz del daño ocular: controla la inflamación y regula la acumulación de líquido en la mácula, zona clave de la retina para la visión detallada. Su mecanismo dual antiangiogénico y antiinflamatorio permite resultados rápidos y duraderos, evitando el avance del deterioro visual.
“Estamos redefiniendo los estándares de tratamiento en oftalmología”, destacó el Dr. Ronald Gandarillas, gerente general de Caja Cordes. Añadió que los primeros pacientes han presentado mejoras evidentes en sus exámenes de tomografía óptica (OCT) y agudeza visual, lo que confirma la eficacia del tratamiento.
Bolivia a la vanguardia
Con esta medida, Bolivia demuestra su capacidad para implementar terapias biotecnológicas avanzadas y reafirma su compromiso con la salud pública. A la fecha, Faricimab está aprobado en más de 80 países y se han distribuido más de 7 millones de dosis en todo el mundo.
La incorporación de este tratamiento en la seguridad social boliviana no solo amplía el acceso a la salud visual de calidad, sino que también posiciona al país como líder regional en innovación médica dentro del ámbito oftalmológico.