domingo, junio 22

Creemos al borde del quiebre: Camacho impone vetos, Samuel duda y crecen las denuncias de machismo

LUIS FERNANDO CAMACHO Y SAMUEL DORIA MEDINA

La tensión estalló en la alianza opositora Creemos, luego de la aparición de una polémica “lista negra” atribuida a Luis Fernando Camacho. Desde la cárcel de Chonchocoro, el exlíder cívico habría enviado una nómina de políticos vetados al candidato presidencial Samuel Doria Medina, condicionando su apoyo electoral a la exclusión de ciertos nombres.

En la lista figuran figuras como Luisa Nayar, Andrea Barrientos, Vicente Cuéllar, Samanta Nogales, Paola Aguirre, entre otros. La filtración generó un sismo político dentro del bloque opositor, con cruces públicos y acusaciones de autoritarismo, caudillismo y machismo.

Paola Aguirre, asambleísta de Santa Cruz y hasta ahora cercana a Camacho, denunció la existencia de una “cúpula” interna que busca silenciar liderazgos femeninos. Acusó directamente a Efraín Suárez, hombre de confianza de Camacho, por intentar invisibilizarla. “Creemos se ha alejado de mí. Yo sigo en el mismo lugar. Espero una explicación por haber sido colocada en una lista negra”, declaró.

La también aludida Luisa Nayar confirmó que fue Samuel Doria Medina quien le comunicó su veto y, tras ese episodio, le retiró su apoyo. Cuestionó el liderazgo del empresario y advirtió sobre el peligro de un sometimiento anticipado a las condiciones impuestas por Camacho. “Si ya se somete en campaña, ¿qué pasaría si llega al Gobierno?”, reflexionó.

Vicente Cuéllar, líder de Cambio 25, también expresó su molestia y anunció que evaluará su permanencia en el bloque. “¿Estamos vetados por no decir ‘viva Camacho’?”, ironizó, asegurando que jamás se les informó que alguien tendría poder para definir quién puede o no participar en política.

Andrea Barrientos, por su parte, intentó suavizar la tensión, indicando que no existen listas negras como tal, sino “listas pequeñas”, por limitaciones internas. Sin embargo, la polémica ya está instalada.

Unidad Nacional (UN), el partido de Samuel Doria Medina, salió en su defensa. Elizabeth Reyes, vocera de la agrupación, negó que Samuel responda a presiones. “Después de tantos años en política, no toma decisiones en base a amenazas”, afirmó.

El escándalo pone en duda la cohesión del bloque opositor rumbo a las elecciones de 2025. Las fisuras dentro de Creemos y los cuestionamientos hacia Doria Medina podrían debilitar aún más una alianza ya golpeada por divisiones anteriores.