El cielo está nublado, son las 7:30 de la mañana, el frío de El Alto arremete, pero cientos de jóvenes calientan el ambiente, se estiran, se preparan en las puertas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz en El Alto. Los organizadores dan la señal y salen corriendo por 5 kilómetros para dar esperanza a albergues y recaudar más de una tonelada de alimentos. Es la cuarta versión de la carrera 5K Unifranz.
Las sonrisas afloran en la meta, son el común denominador entre los ganadores, participantes, organizadores y espectadores de la carrera que genera esperanza. Betty Valle (16 a 18 años); Alison Huanca, (19 a 23 años) y Ericka Colque (24 años en adelante), ganadoras absolutas en la categoría damas, fueron recibidas en medio de aplausos y música, en un ambiente de fiesta.
“Me siento muy feliz de haber participado. El propósito de la carrera me motivó a correr, aportar para beneficio de los albergues, de gente que muchas veces no tiene que comer, despertó mi deseo de ser parte de esta iniciativa”, dijo Edward Chambi, ganador de la carrera en la categoría varones de entre 24 a más años.
Junto a Chambi, Héctor Mamani (16 a 18 años) y Cristian Sirpa (19 a 23 años), también subieron al podio a recibir su reconocimiento en la categoría varones.
La 5K Unifranz –una carrera de altura y de esperanza– logró recaudar una tonelada de alimentos, donados por los participantes al momento de inscribirse a la competición.
“La 5k de Unifranz nos ha demostrado que, al unirnos por una causa muy especial, podemos lograr grandes metas. Hoy los albergues de personas mayores, de la terminal y de mujeres que sufren violencia, recibirán una gran noticia, beneficiarse con el aporte de cada uno de ustedes. Eso es comunidad, eso es transformar la naturaleza de las cosas y también es el propósito que tenemos”, dijo visiblemente emocionada Pilar Hidalgo, directora de la Fundación Unifranz que junto a la universidad sede El Alto, lograron llevar adelante la competición.
Banderas, equipos de señalización, puntos de hidratación y de atención médica fueron desplazados para los competidores en el trayecto. “Me alegra que la carrera haya recorrido mi ciudad de la que me siento orgulloso”, dijo Chambi, joven alteño ganador.
Desde primeras horas de la mañana personal de la Policía Boliviana, del Gobierno Autónomo Municipal de El Alto (GAMEA), junto a colaboradores de Unifranz, se desplegaron en torno a la ruta de la competencia, desde la avenida del Aeropuerto, la Ceja y la Plaza de la Cruz de Villa Adela, en el que brillan los “cholets”, emblemas turísticos de la ciudad de El Alto.
Para Wilson Sangalli, jefe de la Unidad de Turismo de la Alcaldía Alteña, la carrera no solo visibilizó el corazón solidario de los alteños, sino también elevó el potencial turístico de la ruta de los cholets.
“Es una actividad muy interesante, en el sentido de que ha habido muchos participantes que han podido realizar la actividad y además por una causa benéfica, de poder compartir todo aquello que se ha reunido a estos lugares que más lo necesitan, agradecer a Unifranz”, comentó el funcionario edil.
Para Héctor Rafael Mamani –uno de los más jóvenes de la competición– que viene desde la provincia José Manuel Pando, cerca a la frontera boliviano peruana, la carrera fue una especie de desahogo. “Me ha pasado una tragedia y yo dije, voy a correr para recuperar lo que he perdido, por ese motivo he competido”, relata.
Entre las mujeres campeonas, la primera en cruzar la línea final fue Betty Valle Sanchez, originaria del municipio de Viacha: “corrí porque me gusta el deporte y este tipo de competencias son propicias para entrenar y mejorar marcas. Agradezco a Unifranz por organizar la carrera”.
Trabajo en equipo
¡Adelante muchachos! gritaban en el trayecto los casuales expectantes en medio de aplausos al paso de la competencia que rompió la rutina en la ciudad de El Alto.
La vicerrectora de Unifranz El Alto, Eve Gomez, destaca el trabajo del equipo de la universidad, de la Policía boliviana y de la Alcaldía alteña. “Debemos sentirnos orgullosos de haber realizado un trabajo en equipo”.
“Satisfecha por la convocatoria, por la respuesta de El Alto, hemos tenido a más de 20 colegios inscritos y a varias universidades, pero también con una presencia masiva de estudiantes de Unifranz”, señala como evaluación de la actividad.
La meta de la 5K Unifranz fue escenario de fiesta, con rostros alegres, unos por competir y otros por lograr recaudar alimentos, fue el corolario de una mañana que nos demostró el valor de la unidad para lograr propósitos.