La joven promesa del Jiu-Jitsu boliviano, Francielly La Braba, ha conquistado una de las victorias más significativas de su carrera y del deporte nacional. En su primera participación en el Campeonato Brasileño Kids IBJJF, uno de los torneos más prestigiosos a nivel mundial en esta disciplina, logró colgarse la medalla de oro y levantar la bandera de Bolivia en lo más alto del podio.
Francielly ya era conocida como la número uno del ranking de la Federación Internacional de Jiu-Jitsu Brasileño (IBJJF), pero esta vez superó más que a sus rivales: enfrentó la presión, los nervios, la distancia y las dificultades propias de una competencia internacional de élite.
El evento, celebrado en Brasil —país considerado la cuna del Jiu-Jitsu— reunió a los mejores talentos infantiles del mundo. Allí, con valentía y disciplina, Francielly subió al tatami llevando en sus hombros no solo su talento, sino también el sueño de muchas niñas y niños bolivianos que ven en ella una fuente de inspiración.
“Llegar a la cima es difícil, pero mantenerse allí, bajo presión y ante nuevos desafíos, es solo para verdaderos campeones”, señalaron desde su equipo tras la victoria.
Más allá de lo deportivo, esta medalla representa el esfuerzo colectivo de una familia, de un equipo y de un país entero que ahora ve en Francielly un símbolo de esperanza y superación.
Su hazaña no solo suma un logro al deporte nacional, sino que abre camino para futuras generaciones, recordando que con disciplina, preparación y fe, los sueños son alcanzables.
Desde Bolivia y desde el Jiu-Jitsu latinoamericano, esta victoria se celebra como un triunfo que va más allá de las medallas. Es la confirmación de que el talento, cuando va acompañado de determinación, no tiene fronteras.