domingo, junio 22

Movilizaciones y rechazo social ante posible aplazamiento electoral, alertan analistas

ANALISTAS

El inicio de una nueva semana marcada por movilizaciones y bloqueos de caminos protagonizados por sectores afines al expresidente Evo Morales, gremiales y transportistas, ha encendido las alarmas en el panorama político y social de Bolivia. Aunque las demandas de estos grupos son distintas, su convergencia ha generado un clima de alta tensión que pone en jaque la estabilidad democrática y el normal funcionamiento del Tribunal Supremo Electoral (TSE).

Expertos y analistas coinciden en que una eventual suspensión del proceso electoral podría desatar una fuerte reacción social, pues la ciudadanía está decidida a no tolerar una postergación de las elecciones generales previstas para este año.

El analista político Luis Alberto Ruiz afirmó que el país atraviesa “sus días más oscuros” y está al borde de perder la democracia debido a la escalada de presiones que, según él, buscan postergar las elecciones y derrocar al presidente Luis Arce. Ruiz señaló que la estrategia política se centra en posicionar a Andrónico Rodríguez como presidente interino, aplazar los comicios y lograr una amnistía que permita el regreso político de Evo Morales.

Si las y los bolivianos no reaccionamos, será el final de la democracia. Es momento de preocuparse por lo que realmente importa: que Lucho Arce termine su mandato y que se garantice la realización de elecciones en Bolivia”, advirtió Ruiz.

Por su parte, el analista José Luis Bedregal denunció que el Movimiento al Socialismo (MAS) busca evitar la realización de elecciones debido a su baja posibilidad de victoria. Bedregal criticó la intervención de la justicia ordinaria en decisiones electorales, lo que, a su juicio, pone en riesgo la transición democrática en Bolivia.

El descontento social, agravado por la crisis económica, la escasez de combustibles y el alza de precios en la canasta básica, podría derivar en movilizaciones masivas. Cualquier intento de postergar las elecciones generará una gran convulsión social”, alertó.

En un análisis similar, Manuel Morales explicó que la crisis responde a un plan del MAS para mantener el control del Estado a través de alianzas políticas oportunistas y estrategias cuestionables. Morales calificó la actual dinámica política como una “promiscuidad política”, donde los acuerdos coyunturales desplazan a los proyectos ideológicos y la fragmentación predomina.

Finalmente, la diputada Luisa Nayar calificó como “dictadura” cualquier intento de postergar las elecciones y llamó a la ciudadanía a defender su derecho al voto. “El voto no se toca. El poder no se hereda ni se extiende por decreto. Bolivia no será otra Venezuela, aunque el MAS lo intente”, sentenció.

Nayar hizo un llamado a la oposición democrática a unirse para enfrentar este desafío. “No hay tiempo para peleas internas ni mezquindades personales. Este no es un momento de cálculo, es un momento de compromiso. O nos unimos, o caemos por separado”, concluyó.

Con información de Erbol