
Una tensa situación se vivió en el sector panificador del país luego de que Rubén Ríos, presidente de la Confederación Nacional de Panificadores Artesanos de Bolivia (CONAPAABOL), denunciara haber sido agredido verbal y físicamente por un grupo de «panificadores independientes» que exige un incremento en el precio del pan.
Según Ríos, estas acciones responden a un intento de “afectar la economía de la población boliviana” eliminando la subvención estatal a los insumos de producción, lo cual derivaría en un alza directa del precio del pan, un alimento básico en la canasta familiar.
“El objetivo de estas movilizaciones no es otro que perjudicar a los sectores más vulnerables”, afirmó el dirigente en conferencia de prensa. Agregó que su organización trabaja de forma coordinada con la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (EMAPA) para garantizar el cumplimiento del cronograma de entrega de insumos subvencionados.
En sus declaraciones, Ríos también criticó duramente a Dandy Mallea, uno de los voceros del grupo independiente, acusándolo de politizar el tema del precio del pan. “Nunca formó parte de la confederación ni de la federación departamental, pese a que le ofrecimos sumarse en varias oportunidades”, sostuvo.
La situación escaló cuando Ríos reveló haber sido víctima de agresiones físicas durante una confrontación con este sector disidente. Señaló que sufrió hematomas en el cuerpo y el rostro, mientras los manifestantes exigían que CONAPAABOL rompa el convenio de subvención que mantiene con el Gobierno nacional.
Frente a estos hechos, la CONAPAABOL reafirmó su compromiso con la estabilidad económica de las familias bolivianas, y condenó los actos de violencia que –según advierten– buscan desestabilizar un rubro clave para la seguridad alimentaria del país.