La alianza política liderada por Samuel Doria Medina atraviesa una fuerte crisis interna tras recibir un ultimátum de parte del gobernador cruceño y líder de Creemos, Luis Fernando Camacho, quien a través de su emisario Efraín Suárez le dejó en claro que no apoyará la candidatura presidencial de Doria Medina si incluye en sus listas a personas vetadas por su agrupación.
Según fuentes cercanas, Doria Medina aceptó las condiciones impuestas por Camacho y comenzó a comunicarse con sus aliados para informarles que no podrá cumplir con los compromisos políticos previamente asumidos. Entre las promesas incumplidas estarían candidaturas al Legislativo que ahora se cambiarían por ofrecimientos futuros de cargos como ministerios, embajadas o direcciones en empresas estatales en caso de llegar al poder.
Una de las figuras afectadas es la diputada opositora Luisa Nayar, quien expresó su malestar tras recibir una llamada del propio Doria Medina informándole que su nombre había sido vetado por Creemos. La molestia creció debido a que días atrás Nayar había declarado públicamente su respaldo al líder de Unidad Nacional.
También fueron excluidos de las listas otros nombres importantes como el rector de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, Vicente Cuéllar, la asambleísta Paola Aguirre —considerada una de las más cercanas a Camacho en Santa Cruz—, y las políticas Andrea Barrientos, Samanta Nogales y Luciana Campero, entre otros.
El veto, que compromete directamente la credibilidad y consistencia de la candidatura de Doria Medina, ha generado un clima de tensión dentro de la alianza opositora, donde el control y los condicionamientos de Camacho están marcando el rumbo de las decisiones clave.
Se espera que en las próximas horas la diputada Nayar brinde una conferencia de prensa para referirse públicamente al veto impuesto por Camacho y a la llamada de Doria Medina, en un hecho que podría agudizar aún más las divisiones dentro de la oposición de cara a las elecciones generales.