El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, advirtió este jueves que el municipio de Tipuani, en el norte del departamento de La Paz, enfrenta un riesgo real de desaparecer debido a la combinación de actividad minera descontrolada e inundaciones, que se intensifican con la llegada de la época de lluvias.
“El municipio de Tipuani está en riesgo de desaparecer si no se toman medidas inmediatas”, alertó Calvimontes, señalando que la explotación minera desordenada ha modificado el cauce natural de los ríos y debilitado las defensas del terreno frente a las riadas. Según un reporte de ABI, el 7 de octubre se produjo una fuerte inundación que afectó a 420 familias, entre damnificadas y afectadas.
La autoridad responsabilizó directamente a la actividad minera como la principal causa del desastre y pidió la intervención inmediata del Ministerio de Minería, la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM) y el Ministerio de Medio Ambiente y Agua para contener el daño ambiental y social.
FALTA DE APOYO
Calvimontes cuestionó además la falta de respuesta del gobierno municipal, que hasta el momento no ha emitido una declaratoria de emergencia o desastre, requisito indispensable para que Defensa Civil pueda enviar ayuda humanitaria.
En ese contexto, lanzó un llamado directo al alcalde de Tipuani, Amadeo Herrera: “¿Va a actuar como alcalde municipal o como cooperativista minero? Tiene que definirse”. También exhortó al Defensor del Pueblo y al Tribunal Agroambiental a intervenir con urgencia para evitar una tragedia mayor.
“La situación es crítica y requiere una acción inmediata del Estado para proteger a las familias y evitar que Tipuani se borre del mapa”, subrayó.
PERSONAS AFECTADAS
El martes, el municipio amaneció en medio de agua, lodo y rocas. Una inundación afectó gran parte de la región, dejando calles convertidas en ríos. De manera preliminar se conoce que parte de un cerro se deslizó hacia el río y, con las lluvias, se formó una mazamorra. La causa del deslizamiento aún se investiga.
Como consecuencia, centenares de personas resultaron afectadas. El gobernador de La Paz, Santos Quispe, expresó la voluntad de ayudar, aunque denunció que la escasez de diésel es un obstáculo permanente. “Tenemos 420 familias afectadas. Nosotros como Gobernación estamos prestos a ayudar, pero tenemos un problema muy grande: no hay diésel”, dijo.
COMBUSTIBLE
Quispe informó que se hicieron los requerimientos al Gobierno para la dotación de combustible, solicitando prioridad ante el desastre. Además, denunció que el Gobierno central no deposita el monto anual de tres millones y medio de bolivianos para ayuda humanitaria, lo que limita la capacidad de respuesta.
El Gobernador aseguró que al mes la Gobernación requiere unos 200.000 litros de combustible, pero actualmente solo recibe 30.000 litros, dificultando la entrega de asistencia a las familias afectadas.