
Tal como lo anunciaron días atrás, cientos de transportistas públicos y federados de las ciudades de La Paz y El Alto se movilizaron este miércoles en una masiva marcha que partió desde la Ceja alteña con rumbo a la sede de Gobierno. La medida de presión busca visibilizar el malestar del sector ante la persistente escasez de combustible.
Los dirigentes Limbert Tancara, Santos Escalante y Lucio Gómez señalaron que la situación se ha vuelto insostenible para los conductores, quienes deben permanecer largas horas en filas en las estaciones de servicio, lo que impide que trabajen con normalidad.
“Aquí no se trata de un reclamo político, sino de una necesidad urgente. Estamos atrapados en los surtidores, sin poder llevar el pan a nuestras casas”, afirmó uno de los representantes.
Como consecuencia de la marcha, el servicio de transporte público en La Paz opera con serias limitaciones, lo que ha generado dificultades para los ciudadanos que intentaban llegar a sus destinos durante la jornada.
Si bien la Confederación de Choferes de Bolivia había previsto un paro para este martes, varios transportistas decidieron deslindarse de las movilizaciones con tinte político, especialmente por los bloqueos registrados por simpatizantes del expresidente Evo Morales y la Fejuve de El Alto.
Además del desabastecimiento de combustible, el sector expresó su rechazo al Decreto Supremo 5400, que impone límites de carga de gasolina para vehículos que funcionan con Gas Natural Vehicular (GNV).
Según Lucio Gómez, la norma fue elaborada sin tomar en cuenta la realidad del sector. “El decreto no refleja cómo trabajamos los transportistas y va a generar más perjuicios que soluciones”, afirmó.
La marcha avanza con la intención de obtener una respuesta directa del Gobierno nacional ante las demandas urgentes del gremio.