
El precio del dólar digital marcó un nuevo récord este jueves en el mercado paralelo, alcanzando los Bs 20, una cifra sin precedentes que desató preocupación en distintos sectores económicos y renovó el debate sobre el uso de criptomonedas por parte de entidades públicas.
La cotización, que hasta el miércoles oscilaba entre Bs 15 y Bs 16, tuvo un repunte abrupto que, según expertos, no puede atribuirse a transacciones comunes de particulares. Álvaro Obando, presidente de la Cámara de Despachantes de Aduana, señaló que solo instituciones con respaldo financiero considerable pueden provocar una distorsión tan marcada.
“Solo empresas con capacidad de mover grandes volúmenes de recursos —posiblemente estatales— pueden generar este tipo de movimientos en el mercado digital”, expresó en declaraciones a Unitel.
En ese sentido, Obando vinculó el fenómeno al reciente decreto que autoriza a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) a operar con criptomonedas, aunque la estatal negó haber realizado este tipo de transacciones. Aun así, el presidente de los despachantes advierte que el anuncio por sí solo pudo haber generado incertidumbre y expectativas que impactaron en la cotización.
El economista Juan Subirana respaldó esta hipótesis. Afirmó que «es muy probable que empresas públicas estén buscando liquidez a través de operaciones digitales», y recordó que, ante la cercanía de las elecciones generales y la alta demanda de divisas, el mercado tiende a reaccionar con mayor sensibilidad.
Además, alertó sobre posibles movimientos coordinados que estarían drenando liquidez del sistema blockchain nacional durante horarios nocturnos. “Se han detectado transacciones recurrentes entre pocas cuentas que prácticamente vacían el sistema en una sola noche. Eso no lo puede hacer un ciudadano común”, aseguró.
El impacto ya se siente en sectores como el gremial, donde las fluctuaciones del tipo de cambio han generado preocupación por la falta de controles y regulaciones efectivas. Representantes advirtieron con protestas si las autoridades no asumen medidas para estabilizar el mercado.
El aumento del dólar digital, en un contexto de incertidumbre política y económica, se convierte así en un nuevo factor de tensión que podría escalar si no se aclara el rol de actores institucionales y no se transparentan las operaciones en criptomonedas.