viernes, diciembre 6

Arce reivindica el agua como derecho humano y asegura que es un “catalizador de integración y de paz”

AGUA

El Día Internacional del Agua se recuerda desde 1992, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas lo instituyó para recordar y promover acciones de concientización del cuidado del recurso.

La Guerra del Agua es uno de los episodios en la historia de Bolivia que hizo se prioricen los derechos del pueblo sobre los intereses empresariales. Ahora, la Constitución Política del Estado reconoce al agua como un “derecho fundamentalísimo para la vida”, recordó el presidente Luis Arce en el Día Mundial del Agua.

“El agua potable y el saneamiento es un derecho proyectado en las Naciones Unidas como pilar de nuestra política exterior, porque es un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos, así como un catalizador de integración y de paz entre los pueblos”, consideró en un post en X.

“Agua para la paz” es el lema con el que Naciones Unidas celebra la fecha este 22 de marzo en el mundo. “Debemos actuar sobre la base de que el agua no es solo un recurso que se aprovecha y por el que se compite: es un derecho humano, intrínseco a todos los aspectos de la vida”, refiere el organismo.

El Día Internacional del Agua se recuerda desde 1992, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas lo instituyó para recordar y promover acciones de concientización del cuidado del recurso.

La Constitución Política del Estado de Bolivia, vigente desde 2009, establece como un derecho humano el acceso al agua.

“En el Día Mundial del Agua recordamos la lucha histórica del pueblo boliviano que, en el año 2000, se movilizó en la llamada Guerra del Agua, logrando que se prioricen los derechos de los pueblos por encima de los intereses de las empresas privadas”, recordó Arce.

La denominada Guerra del Agua se dio entre enero y abril de 2000 en rechazo a la privatización del servicio de agua en la ciudad de Cochabamba. La privada Aguas del Tunari se hizo cargo y subió los costos del servicio entre 30% y 300%, lo que desató la protesta ciudadana que se saldó con muertos y heridos.

Al final la empresa privada se vio obligada a abandonar Bolivia.//Ahora el Pueblo